La verdad es que cada una de nosotras tiene su propio olor vaginal único y ¡eso es perfectamente normal! Pero, también sabemos que hay momentos en los que ese olor puede ser un poco más… fuerte. Sin embargo, lo importante es comprender que la vagina no huele a rosas ni a perfume, y eso está bien. Es un ecosistema de bacterias y fluidos que trabajan juntos para mantener el pH vaginal equilibrado. Cuando ese pH se altera es cuando podemos notar un cambio en el olor.

Entonces, ¿cómo debería oler mi vagina? A yogurt, sí, así es, ya que hay bacterias beneficiosas llamadas lactobacilos en el flujo vaginal que cumplen el rol de proteger esta zona. Durante tu periodo menstrual es común sentir un olor similar al metal debido a la presencia de sangre. En etapas como el embarazo, la lactancia o la menopausia, las hormonas pueden incrementar las secreciones vaginales, dando lugar a un olor más intenso. Quizás no te parezca el olor más encantador, pero ¡no te preocupes! Es normal y te aconsejamos familiarizarte con él.

Y ¿qué pasa cuando ese olor intenso no está relacionado con los cambios hormonales normales? Hay algunos olores que podrían indicar otros problemas, como: